André-Pierre Gignac es el mejor jugador de la historia de Tigres. Durante los últimos años, el francés acostumbró a la afición a brillar sin necesidad de un gran acompañamiento, por lo que se convirtió en el mejor jugador de la Liga MX.

Cuatro ligas, tres Campeón de Campeones, una Liga de Campeones de la Concacaf y una infinidad de distinciones individuales ilustran lo que es el francés en la institución en la que es el máximo goleador.

Por su probada y elevada jerarquía, y a pesar de que el contexto no es el ideal para resaltar, llaman la atención los últimos partidos del ex-Olympique de Marsella. Desde que finalizó el Mundial de Clubes no gravitó en Los Felinos.

Luego de ganar el Balón de Plata y marcar todas las anotaciones del club en la competencia máxima de clubes, solamente metió un gol: de penal y frente a Puebla. Su poca efectividad también se transmitió a otras facetas de su juego, en donde no tuvo la claridad ni la astucia que siempre lo caracterizó para definir algunas jugadas.

A falta de dos jornadas, el elenco comandado por Ricardo Ferretti buscará mantener su posición en la zona de repesca. Ahora deberá enfrentar a Monterrey, en el Clásico Regio, y Chivas. ¿Podrá Tigres recuperar a Gignac en el momento en el que más lo necesita?