Fue en la sede central de Conmebol, en Luque, que Juan Román Riquelme y Ramón Díaz volvieron a verse las caras. El primero, flamante vicepresidente segundo de Boca; el segundo, nuevo entrenador de Libertad de Paraguay.

El motivo del reencuentro fue el sorteo de la fase de grupos de una nueva edición de la Copa Libertadores, al que ambos acudieron con grandes expectativas. Y quiso el destino que sus equipos tengan que enfrentarse, medir fuerzas, ya desde el inicio de la competición.

Lo primero que llamó la atención del mundo del fútbol fue la reacción de Ramón Díaz, confeso hincha de River y uno de los grandes entrenadores de la historia del club, cuando el sorteo le confirmó que sería rival de Boca, una vez más, justo el mismo día en que se había confirmado su vinculación con Libertad.

Pero tampoco para Juan Román Riquelme, que fue homenajeado por Conmebol durante la ceremonia que se celebró a los efectos del sorteo, dejó pasar de largo el hecho de reencontrarse con el entrenador riojano, no solo en Paraguay sino que próximamente en una cancha de fútbol.

"Ramón me saludó de lejos porque llegó sobre el final. Yo lo quiero mucho a él y al hijo y se que ellos a mi. Es alguien que defiende a su club a muerte", dijo Riquelme sobre el exentrenador de River.

Además de Boca y Libertad de Paraguay, el Grupo H de la Copa Libertadores de América lo completan Caracas de Venezuela y quien resulte "Ganador 3" en la instancia previa de clasificación.