Boca paró en su mejor momento. La vuelta de Miguel Ángel Russo le cambió la cara por completo al equipo y renovó aires de esperanza.

Todo se coronó con la obtención de la Superliga Argentina, sobre todo porque se la arrebataron a River en la última fecha.

Ahora, con la ausencia del fútbol a causa del coronavirus, cada integrante del Xeneize deberá seguir trabajando desde su hogar para no perder el ritmo.

De igual manera, hay un integrante del plantel, referente y pieza clave para el técnico, que no tiene la cabeza solo puesta en volver a jugar.

Se trata de Carlos Izquierdoz, que arrancó el curso para convertirse en entrenador profesional. Claro, ahora, a la distancia.

El defensor tuvo algunas clases presenciales, pero por la pandemia que tiene al mundo en cuarentena avanza en la carrera de manera on-line.

Son tres años de compromiso, para finalmente salir con un título que le permitirá ser DT de un equipo de Primera. ¿Seguirá su historia en La Ribera, desde otro lugar? 

Para eso falta bastante. Ahora, que la siga rompiendo dentro del campo de juego.