Seguramente le costó y mucho dormir a Federico Girotti luego de lo que fue su actuación con la camiseta de River ante Atlético Tucumán por Copa Argentina. Quien supo este mismo año anotar un gol nada más y nada menos que ante Boca en la Bombonera, ahora se cargó un doblete para dejar atrás los 16avos de final de dicha competencia y asegurar que el Millonario jugará un nuevo Superclásico este año, todavía con fecha por definirse.

En la transmisión del partido, mientras el joven delantero brillaba dentro de la cancha, se habló mucho de su historia dentro del club y sobre todo de la mano de Marcelo Gallardo: el DT lo subió a Primera para que haga una pretemporada con el plantel profesional, y cuando el jugador se sintió más cerca que nunca de dar el gran salto, lo volvieron a bajar a Reserva y luego a Quinta División.

El técnico consideró que todavía le faltaba madurez para poder jugar duelo oficiales con la camiseta roja y blanca, algo que con el tiempo, el propio protagonista parece haber entendido: "La paciencia y el cambio de mentalidad fueron claves. Me tomó por sorpresa la primera pretemporada, no estaba preparado. Era mucho más chico", confesó tras el duelo.

Y siguió: "El sacudón ese me cambió la cabeza y hoy es una alegría inmensa estar donde estoy: levantarme de lo que viví en ese año fue muy importante. Siempre busco lo mejor para el equipo. Lo primero es apoyar y brindar lo que se pueda. Estoy en el club más grande de Sudamérica, tenés competencia todos los días". 

Hace rato que el técnico lo tiene como una variante fija para darle frescura al equipo en el tramo final de los partidos, y con la posible salida de Rafael Santos Borré en junio muchos especulan con la chance de que él sea uno de los principales reemplazantes del colombiano, más allá de cualquier refuerzo que pueda llegar para pelear por el puesto.