En pleno Chile-Uruguay, por la última jornada de la fase de grupos, un fanático se filtró en el campo de juego y hasta interrumpió con la mano una jugada en el círculo del central.

Para detenerlo, Gonzalo Jara le pegó una patada que provocó las protestas del conjunto nacional charrúa, especialmente de Luis Suárez quien salió disparado al instante exigiendo su expulsión.

Por ello, Conmebol estaría analizando suspender de oficio al defensor de La Roja, que ya ha tenido episodios de indisciplina en la Copa América 2015. No obstante, Reinaldo Rueda salió a defenderlo.

"Jara quiso que su lugar de trabajo fuera respetado. El hincha tiene que respetar. Si alguien entra a mi oficina e interrumpe mi trabajo, tal vez merezca algo así", aseguró el seleccionador.

Echó más leña a la polémica.