Sucedió en Bolivia, en un clima tenso, Wilstermann cayó ante Ayacucho por la Sudamericana, el equipo peruano que ganó por primera vez fuera de casa y explotó la crisis del equipo Rojo.
Wilstermann llegó al partido en un clima tenso, en su primer partido de Copa Sudamericana ante Everton tuvieron que esperar más de 40 horas por un grave error de logística de la dirigencia, de todos modos sacó un empate en Viña del Mar y llegaba al partido contra Ayacucho arropado por dos triunfos consecutivos, porque al volver de chile le ganaron a Bolívar en La Paz.
Wilstermann (Media Conmebol)
El tema es que la relación del Vicepresidente el club, Renán Quiroga y el entrenador chileno, Miguel Ponce, estaba rota, si perdía en Chile lo iban a sacar del cargo, si perdía en La Paz también. Antes del viaje incluso alguien permitió el acceso de los barras para apretar al chileno, pero como sumó en dos juegos consecutivos, la decisión se reatrasó.
De todos modos el clima estaba tenso, el aire se cortaba con un cuchillo, y el público -en muchos casos incitados por todo el cruce mediático del vicepresidente y el DT- perdió la paciencia y el trinfo del equipo peruano hizo que explote todo.
El equipo Rojo se fue del Félix Capriles abucheado y agredido, desde su propia tribuna local cayeron proyectiles que le costará la apertura de un expediente disciplinario al club y que seguramente terminará en una multa de Conmebol ¡por agredir a su propio equipo!
Un día después del tenso final del partido, el entrenador ha sido despedido del club, Miguel Ponce no está al mando del cuadro Rojo pero el equipo profesional entró en paro, un conflicto tras otro para el Aviador de Cochabamba.
No hay justificativo para tirarle proyectiles a tus propios jugadores. Vergonzoso. Se viene multa de Conmebol y con toda razón. La hinchada fue un total obstáculo en el ciclo de Ponce.