Este domingo, Boca Juniors tuvo una noche negra ante Sarmiento de Junín, en el marco de la tercera fecha de la Copa de la Liga Profesional de Argentina.
Es que el conjunto Xeneize apenas pudo rescatar un punto en condición de local. Pero eso no fue todo: además no jugó bien y encima sufrió dos lesiones sensibles.
En ese contexto, Miguel Ángel Russo, director técnico de Boca, terminó muy poco conforme por el rendimiento del último campeón del fútbol argentino.
Y la prueba clara de ello tuvo lugar en una jugada que se produjo en la etapa complementaria, cuando el local intentaba revertir la historia adversa ante Sarmiento.
La misma tuvo como protagonista a Mauro Zárate, que no mantuvo la posición que quería el entrenador y esto desató su furia absoluta.
Inmediatamente, Russo pateó el tablero y movió el banco de suplentes, decretando la salida del mencionado Zárate, fuertemente cuestionado.
