En el fútbol profesional actual, entrenar con el equipo ya no es suficiente. Los jugadores más destacados combinan las prácticas grupales con rutinas personalizadas fuera del club: desde gimnasios privados y sesiones en casa hasta laboratorios de alto rendimiento.
Un ejemplo es Cristiano Ronaldo, quien ha invertido en su propio centro de entrenamiento con tecnología de punta, incluyendo crioterapia. Según el propio CR7, lo importante es entrenar con inteligencia: calidad sobre cantidad. Esta estrategia le ha permitido mantenerse en forma a lo largo de su carrera.
Otro caso es Lionel Messi. Durante la pandemia, el argentino optó por entrenar en el gimnasio del Barcelona, mientras sus compañeros trabajaban en cancha. Su rutina individualizada respondió a un plan físico específico. También hay jugadores como Robert Lewandowski o Fernando Torres, que han usado gimnasios tradicionales para mantenerse a tope.

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En México, cadenas como Smart Fit representan una opción accesible para quienes desean mejorar su condición física con buenos equipos y orientación profesional.
Además, los laboratorios de rendimiento son cada vez más populares. Pedri, del FC Barcelona, acudió a uno tras sufrir varias lesiones. Con la ayuda de expertos, logró recuperar su forma y firmar una gran temporada.
Hoy, la preparación de un futbolista va mucho más allá del club. Entrenar por cuenta propia es ya parte esencial del alto rendimiento.

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