En la conferencia de prensa previa al duelo ante Galatasaray que será clave para Real Madrid pensando en no sufrir para instalarse en octavos de final de la Champions League, Zinedine Zidane sembró una duda que parecía no existir.

Es que pese al mal inicio en la competición, con la goleada que PSG le propinó en París y el empate ante Brujas en el Bernabéu, sumada a la última derrota por Liga ante Mallorca, ninguna personalidad de peso en la Casa Blanca puso en tela de juicio la continuidad del entrenador.

Sí la prensa, sobre todo en Madrid, que da inicio a una rueda de nombres llamados a ocupar el banquillo cada vez que el equipo Merengue sufre un tropiezo.

Pero cuando a Zidane le preguntaron pos su futuro, él mismo pareció dudar: "No sé si me juego el puesto. A mí no me lo puedes preguntar eso. La situación la conocemos pero se lo tienes que preguntar a otro", respondió.

Por otro lado, el francés dijo que el momento que atraviesa en Champions League no le genera una presión extra. Y explicó los motivos: "Llevo 18 años y lo he vivido también de jugador. A mi me gusta la presión y hay que sacarlo adelante. No siempre es todo bonito, ni se gana siempre".