Este sábado, Tottenham y Liverpool disputarán en el Estadio Metropolitano de Madrid la gran final de la UEFA Champions League.
Quien mostró estar muy distendido en la previa del partido más importante en la historia de los Spurs fue Erik Lamela.
Tras el entrenamiento de este jueves, cuando algunos de sus compañeros recuperaban energía, el ex-River se apareció sigiloso y vació un balde de agua helada sobre la cabeza de Paulo Gazzaniga.
Tras su broma, Lamela salió corriendo temiendo una represalia, por eso no notó que lejos de enojarse, su compatriota también se lo tomó con mucho humor.
¿Nerviosos? En Tottenham parecen estar disfrutando y mucho la previa de una gran final.