PSV aguantaba como podía la arremetida del Barcelona, que buscaba ponerse en ventaja en el compromiso correspondiente a la Champions League.

A los 31' de la primera etapa, el árbitro sancionó una falta a favor del club Culé. Lionel Messi, como era de esperarse, tomó el balón y se puso a esperar para rematar al arco.

Ante el temor de un posible remate por debajo de la barrera, fue Hirving Lozano quien se posicionó detrás de la misma para intentar desviar el remate en caso que sea efectuado de tal manera.

Según detalló Sport, al ver al mexicano allí, el árbitro se le acercó y le aconsejó que se levante, ya que el esférico podía impactar en su mano. Además, el artillero podía provocar el derribo de algún jugador rival y forzar al colegiado a cobrar la pena máxima.

Pese a ello, instantes después, Lozano solo pudo ver como La Pulga remataba suavemente para estampar su primer tanto en el cotejo.