Rodez Aveyron Football, es el nuevo equipo de Enzo, el hijo de Zinedine Zidane, que busca en la segunda división francesa la oportunidad para reivindicarse y tomar un segundo aire en el fútbol profesional, al menos así lo manifestó el jugador de 26 años.
Para la revista L’Equipe, el francés se sinceró y habló de lo que pudo ser, pero no fue: “al final de mi formación en el Real Madrid había tenido ofertas pero nada me interesaba más que el Madrid de entonces. Ahora necesito estabilidad, un lugar donde pueda recuperar la confianza y divertirme”.
Pero por qué razón resultó en el modesto equipo del ascenso Galo: “toda la familia por parte de mi madre es de aquí, conocía el club y fue muy fácil. Greg, el director general del club, necesitaba un jugador en esta posición de medio campo, no había resuelto mi situación, no sabía qué iba a hacer”.
De una manera bien particular se dio el fichaje del futbolista, que recientemente estuvo en Almería, pero que poco fue la acción que pudo tener, “cuando apareció esta opción, Greg habló con mi abuelo directamente, sin un intermediario. Me gustó, nunca había venido a jugar a Francia a pesar de las propuestas. Quise intentarlo porque sé que estaré bien, en el sentido de que es un club familiar, tranquilo, donde floreceré, sin presiones. Y amo la región, es la naturaleza, la tranquilidad, todo lo que amo”.
Zidane indicó que no es retroceder en su carrera futbolística: “no es un paso atrás porque es fútbol. Hago lo que amo, jugar al fútbol y de manera profesional. Si el aspecto deportivo de Rodez no me hubiera gustado, no habría venido. Los últimos años no han sido fáciles para mí desde que me fui de Madrid”.
Recalcó también, “necesito estabilidad, un lugar donde pueda recuperar la confianza y divertirme. Cuando las cosas van mal en varios clubes, cambiando cada seis meses, no es fácil tener el tiempo de juego como te gustaría. No es lo ideal”.
Finalmente, no se quedó sin hablar de lo que fue su paso fallido y su ilusión que no pudo ser con el conjunto Merengue: “las cosas salieron mal, tampoco tomé las decisiones correctas, estaba impaciente en el sentido de que quería jugar más a menudo y por eso cambié de club. Si funcionaba, bien, si no, cambiamos y volvimos a cambiar. Pero no me arrepiento de nada, aprendí mucho de estas experiencias, veo el fútbol de otra manera”.