Después de un primer tiempo más que parejo, donde los dos equipos tuvieron sus chances, Liverpool estuvo muy cerca de abrir el marcador en el complemento.
De un pelotazo frontal, Firmino metió un sombrero hermoso para dejar en el camino a un defensor del Flamengo.
El balón le quedó picando, le pegó como pudo y el balón terminó reventando el palo para después pasearse, muy cómodo, por toda la linea de gol.
Increiblemente, la pelota se fue al saque de meta y el elenco campeón de la Champions League estuvo a nada de anotar el primero.
El campeón de la Copa Libertadores quiere dar el batacazo y consagrarse campeón del Mundial de Clubes.
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