Cuesta creer que un gigante económico como Real Madrid pudiera tener problemas para fichar, pero el déficit que contrajo en el pasado mercado pondrá muy dificil hacer una contratación de mitad de temporada.

Los libros indican que la Casa blanca ingresó 150 millones de euros en concepto de traspasos, gracias a las salidas de Keylor Navas, Llorente, De Tomás, Kovacic y Theo.

Sin embargo, incurrió en un gasto total de 350 millones, compuesto por los fichajes de Hazard, Jovic, Militao y Rodrygo; además de los pagos pendientes de fichajes fraccionados que había realizado con anterioridad.

Esto le da al Real Madrid un déficit de 200 millones de euros que lo obligaría a vender a más de un elemento de la plantilla si desea incorporar. Además, no tiene plazas libres en el equipo ya que incluso Rodrygo fue inscripto como jugador del Castilla.

Hacer caja en enero se antoja complicado ya que los dos descartes de Zidane no dejarían dinero. Mariano y Brahim son los señalados, pero solo dejarían un beneficio al liberarse de pagar sus salarios si encuentran acomodo.

También está la opción de desprenderse de James Rodríguez y Gareth Bale, dos futbolistas muy cotizados que sin embargo no están teniendo la continuidad deseada e incluso han significado algún que otro problema para Zidane.