Ayer, los amantes del fútbol vivimos una hermosa jornada. Chelsea Manchester City se enfrentaron en Portugal por el partido correspondiente a la final de la UEFA Champions League. Con una considerable porción de público presente en las tribunas, los blues consiguieron una victoria que les otorgó en bandeja su segunda 'orejona' casi 10 años después de conquistar la primera.

Se rompió una racha de 6 años para los futbolistas argentinos, que desde la conquista del Barcelona en la Champions 2015 no levantaban el trofeo más importante de Europa a nivel clubes. Fue Wilfredo Caballero el encargado de 'arrebatarle' el honor a Sergio Agüero, quien esperaba del otro lado.

Todo es celebración para Willy, quien ya con casi 40 años es un fiel arquero de 'emergencia' para los de Thomas Tuchel. Miembro del selecto grupo de los campeones de la Orejona y la Libertadores, protagonizó una linda foto junto a su hija una vez terminado el partido. En Bolavip te contamos la historia detrás de esa imagen.

La persona que yace al lado suyo es Guillermina, su hija mayor. Nació cuando todavía él jugaba en Boca, allá a comienzos de los 2000. Cansado de ser suplente del Pato Abbondanzieri, emigró al Elche de España. Mucho antes de la llegada de Christian Bragarnik y sus rutilantes incorporaciones, el Elche era aún más humilde que ahora y militaba en la segunda división del fútbol ibérico. Llegó a Alicante en 2004 y enseguida se calzó los guantes, pero todo cambió en la 2005/2006.

En el año del Mundial, su mujer se percató de que algo iba mal con la vista de su hija. Los médicos le detectaron una enfermedad poco común en el ojo y le recomendaron tratarse en Argentina. A Willy se le vino el mundo abajo y debió dejar momentáneamente el fútbol. Un semestre sin actividad y otro en Arsenal de Sarandí le devolvieron la paz. Acompañado por José Pekerman, logró ponerse en forma y regresó a España ya con su hija fuera de peligro.

En el conjunto ilicitano se hizo ídolo. La situación que vivió junto a Guillermina y su familia fue determinante para lograrlo. Se ganó la cinta y la idolatría, pero sus buenos rendimientos no pasaron desapercibidos para los equipos de primera. En Málaga, aún con la inversión extranjera fresca, pasó rápido de ser relevo a indiscutido: figura total en la mejor campaña en la historia del club y actuaciones memorables en Champions. Manuel Pellegrini no dudó y se lo llevó de España a Manchester.

Estuvo tres años en el City jugando partidos de Copa e incluso varios de la Premier. Ganó la League Cup siendo figura y, tras el arribo de Pep Guardiola, voló a Londres para cumplir ese mismo rol en el Chelsea. Los altibajos de Kepa le permitieron ser titular varios tramos desde su llegada en 2017. Comenzó a especializarse en los penales y a construir una mística que los hinchas amaron. Todo esto le valió la convocatoria al Mundial de Rusia, donde comenzó como titular tras la lesión de Sergio Romero. Sin embargo, una mala actuación en el segundo partido ante Croacia le costó el puesto a manos de Franco Armani.

Frank Lampard, fastidiado por algunas actitudes de Kepa, terminó apostando por Edouard Mendy y le dio la confianza necesaria para convertirse en el 1 campeón. Ya con 4 décadas en el lomo, Caballero fue aceptando su función en el plantel que ayer ganó la Champions casi contra todo pronóstico. Pasaron 18 desde su única Libertadores y 15 desde que Guille perdió la visión de su ojo derecho. "Impagable esto con ustedes", le comentó a Guille en Instagram. ¿Y cómo no va a serlo?