Es una locura. En el Liverpool todos hacen todo. Era lo que faltaba. Que hasta el arquero se meta en la tabla de asistencias.

Pasa que era la última jugada del partido y el Manchester United, que perdía 1-0, fue a buscar con todos sus jugadores el gol del empate.

Pero la pelota le terminó quedando a Alisson Becker luego de un flojo remate y el brasileño, en pocos segundos, levantó la cabeza y sacó un pase épico.

Mohamed Salah, que esperaba solo al límite de la mitad de cancha para no quedar adelantado, comenzó a correr cara a cara con De Gea, que estaba un poco adelantado y retrocedía como podía.

La velocidad de James no fue suficiente para combatir la potencia física del egipcio, que puso bien su cuerpo y definió con mucha clase.

+El gol:

El festejo, alocado: mientras el delantero se sacaba la remera y gritaba con su gente, Becker se cruzó toda la cancha para abrazarlo. 

Imparables...