Después de la derrota de la Selección Argentina ante Venezuela, Lionel Messi volvió a Barcelona con una molestia.

Sin embargo, para alegría de todos, el delantero es titular en el clásico ante el Espanyol que se está disputando en el Camp Nou.

Y bueno, para demostrar que está intacto, La Pulga humilló a un rival a los pocos minutos de comenzado el encuentro.

Leo la llevaba atada, su marcador lo perseguía, se frenó, lo miró a los ojos y lo dejó tirado en el campo de juego.

Todo el estadio comenzó a gritar "Meeeessi, Meeessi", rindiéndose a los pies del mejor jugador del mundo.

¡Crack total!