No descubrimos nada si afirmamos que Barcelona se encuentra transitando uno de los momentos más complejos de los últimos tiempos, sin poder encontrar el rumbo.

 

Es que el equipo ahora comandado tácticamente por Ronald Koeman no solamente no juega bien sino que tampoco consigue buenos resultados. Y la paciencia ya se está agotando.

Por un lado, los catalanes terminaron segundos en su grupo en la UEFA Champions League. Por el otro, están muy lejos de los primeros puestos en La Liga de España.

En ese contexto, sin margen de error, este domingo, Barcelona se presentó como visitante del humilde pero voluntarioso Huesca con la misión de quedarse con los tres puntos.

Y, luego de un comienzo bastante apático y sin demasiadas luces, quien tuvo que frotar la lámpara cuando se jugaban 27 minutos de la primera parte fue Lionel Messi.

El argentino se despachó con una asistencia fenomenal que encontró en el área a Frenkie De Jong. El holandés, que apareció por sorpresa, definió con clase y puso el 1-0.