El Sevilla madrugó al Barcelona y en menos de 10 minutos consiguió ponerse en ventaja en la Supercopa de España.
Todo comenzó con una perdida de balón en el mediocampo por parte de Sergio Busquets. El rival comenzó a jugar y la pelota le llegó a Mercado.
El lateral despejó por su misma linea y rebotó en un rival, haciendo que la pelota se desvíe y quede en los pies de Luis Muriel.
Para un lado, para el otro. El delantero humilló a Piqué y de caño, le dejó la pelota servida a Sarabia.
El del Sevilla le pegó con mucha curva, de manera perfecta, sin nada para hacer por parte de Ter Stegen.