Fue una jornada hermosa para quienes amamos el fútbol. En Portugal, Chelsea Manchester City se enfrentaron por el partido correspondiente a la final de la UEFA Champions League. Con bastante público presente en las tribunas, los blues consiguieron una victoria que les permitió conquistar su segunda 'orejona' casi 10 años después de conquistar la primera.

El Estadio de Dragao gritó un solo gol: el de Kai Haverts. El alemán anotó, en el primer tiempo, el único tanto del partido tras recibir una enorme asistencia de Mason Mount, una de las figuras del equipo dirigido por Thomas Tuchel.

Se hablará mucho de la actuación de Édouard Mendy, el arquero por el que apostaron tanto el DT alemán como Frank Lampard. El guardameta francés logró adueñarse del arco del conjunto londinense al punto de convertirse en inamovible.

Desde el banco esperó siempre Kepa, pero también Wilfredo Caballero. El argentino supo ser importante en distintos tramos de las anteriores temporadas, pero se vio relegado hace ya un tiempo debido al nivel de sus competidores. Sin embargo, nadie le quita a Wllly la alegría de haber levantado el trofeo más importante del fútbol de clubes en Europa.

Por si fuera poco, el surgido en Boca consiguió un logro de esos que solo unos pocos elegidos pueden alardear: en su palmarés, de ahora en más figurará como campeón tanto de la Copa Libertadores como de la Champions League. ¿Lo mejor? No jugó ni un minuto en ninguna de las dos competencias, ya que consiguió el trofeo sudamericano siendo el suplente de Roberto Abbondanzieri en 2003 con Boca y completó el 'círculo' este 2021, 18 años después, siendo reserva de Mendy en Chelsea.

Caballero es el segundo arquero que lo logra, tras Dida (fue campeón con Cruzeiro y Milan) y el cuarto argentino después de Juan Pablo Sorín, Walter Samuel y Carlos Tevez. Este último, además, fue compañero suyo en la conquista de América y Japón conseguida por aquel equipo de Carlos Bianchi. Una carrera enmarcable.