Tras un partido vibrante, quedó esa extraña sensación de que el Derbi de Madrid se celebró solo en Barcelona, por el empate que aleja todavía más a dos de sus competidores por el título de liga.
El primer tiempo fue todo del Real Madrid y si no hubo goles cuando el árbitro decidió finalizarlo fue por las fantásticas intervenciones de Jan Oblak.
En el complemento Cristiano tuvo revancha de todo lo que le había sacado el portero. Impactó con precisión un balón colgado y venció la resistencia del esloveno.
Pareció entonces que lo ganaría el Real, pero Antoine Griezmann encabezó la reacción del club Colchonero y lo igualó casi de inmediato.
A partir de allí fue golpe por golpe, pero ya nadie lograría entonar el grito sagrado que dejara el Derbi de su lado. Quedaron en tablas y solo ganó Barcelona.