Con apenas 17 años, Rodrygo se ha convertido en una de las sensaciones del fútbol brasileño e incluso ya ha dado pruebas de todo su talento en una competencia tan intensa y exigente como la Copa Libertadores.

Por eso, en Barcelona ya han posado los ojos sobre el futbolista y preguntado a Santos por su valor, aunque no se encontraron con la respuesta esperada.

Según estableció el club brasileño, Rodrygo no se irá por una cifra inferior a la de su cláusula de rescisión, que fue fijada en 50 millones de euros. Y si bien el número no espanta a un club con el poder económico de barcelona, si ha puesto un reparo para meditar mejor la operación.

En Brasil hace tiempo que vienen comparando a la nueva joya del Santos con Neymar y recordando que no se le ha conocido "ni un solo acto de indisciplina". En Europa, empiezan a creer que quien lo fiche se habrá asegurado a uno de los mejores futbolistas del mundo en un futuro no muy lejano.