Con una camiseta que hacía difícil relacionarlo con su histórico uniforme, que combinaba el azul con el celeste y el amarillo, Manchester City fue sin embargo el equipo de siempre.

Por eso logró desembarazarse de un riesgoso debut, como visitante del nuevo Arsenal que dirige Unai Emery, con una contundente victoria 2-0.

En el primer tiempo, Raheem Sterling protagonizó y definió una gran jugada individual para poner a los Citizens en ventaja. Y en el complemento fue Bernardo Silva, un futbolista muy alabado en la pretemporada por Guardiola, el encargado de estirar la diferencia.

En Manchester City fue titular el argentino Sergio Agüero, mientras que su compatriota Nicolás Otamendi y el chileno Claudio Bravo integraron el banco de suplentes.