México está logrando una histórica victoria parcial ante Alemania y su hinchada lo sabe.
Las butacas están todas pintadas de verde y la superioridad de su equipo lleva a los fanáticos a enloquecer.
Luego de un par de toque seguidos, el “Ole” no tardó en bajar de las tribunas para humillar a los jugadores rivales.
De ganar, sería hasta ahora el batacazo más grande del Mundial en mano de México.