Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka jugaron su propio clásico ante Serbia, pese a estar defendiendo en el Mundial de Rusia la camiseta de Suiza. El trasfondo político es que ambos tienen raíces kosovares, región que no es reconocida por los serbios como Estado.

La guerra de Kosovo dejó huellas en la región y muchos albaneses huyeron a países como Suiza. El padre de Xhaka, por ejemplo, fue encarcelado durante tres años y huyó a principios de los 90 a Suiza.

Al festejar sus goles, tanto Shaqiri como Xhaka hicieron alusión al águila bicéfala de la bandera de Albania y FIFA ha decidido iniciar por esto una investigación que podría derivar en sanción.

La FIFA también comunicó que abrió pesquisas contra el seleccionador de Serbia, Mladen Krstajic, por sus declaraciones tras la derrota de su equipo por 2-1 contra Suiza.

El Gobierno suizo ha defendido a los futbolistas de la selección Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri por sus polémicos gestos políticos al celebrar los goles de su equipo en el partido contra Serbia en el Mundial de Rusia.

"Quien haya vivido ese ambiente recargado puede entender que las emociones se desaten en un jugador", dijo el ministro de Defensa y Deporte, Guy Parmelin, presente en el estadio, al periódico NZZ am Sonntag.