Pese a que México terminó metiéndose, y de manera merecida, en los octavos de final del Mundial de Rusia el partido contra Suecia le replanteó a los dirigidos por Juan Carlos Osorio algunas dudas que habían tenido en la previa y de las que habían logrado liberarse en sus dos primeras presentaciones.

El seleccionado azteca cayó por un contundente 3-0 en el cierre del Grupo F y terminó implorando por que Alemania no pudiera desembarazarse de Corea del Sur, plegaria que dio sus frutos.

Un polémico penal sancionado por el árbitro argentino Néstor Pitana, que consideró infracción la barrida de Héctor Moreno en la disputa del balón con Marcus Berg, fue un punto de inflexión en el encuentro y por ello la jugada del partido.

Andreas Granqvist no perdonó a Memo Ochoa desde los doce pasos y clavó el balón en el ángulo, poniendo el partido 2-0 en favor de Suecia y terminando de torcer el trámite del encuentro en su favor.

Caería un gol más sobre la escuadra mexicana y la atención pasaría a otro estadio, donde Corea del Sur le hizo un guiño llevándose consigo a Alemania. Empieza un nuevo Mundial para México y ninguno de sus futbolistas dejará que un traspié los haga dejar de imaginar las cosas más chingonas.