Oleksandr Usyk viene de sacar adelante el desafío más importante de su carrera, no solo por volver a vencer a Anthony Joshua sino por las circunstancias inéditas en las que tomó la pelea, viendo a su país sufrir la invasión ilegítima del ejército ruso, habiendo incluso participado del escuadrón de defensa en plena guerra, lo que lo llevó a perder mucho peso en los meses previos.
El ucraniano había avisado que el 20 de agosto en Arabia Saudita pelearía por todos sus compatriotas, especialmente por aquellos que están en la primera línea de defensa. Y ya consumada la victoria volvió a dedicárselo a ellos, mostrando todos los cinturones que regresarían a Ucranina.
Por sus declaraciones y su intervención, el campeón mundial de peso pesado de la AMB, la OMB y la FIB se convirtió en un enemigo público ruso. De hecho, el ejército invasor tomó su casa en Vorzel, la vandalizó y le pintó las letras V"" y "Z", utilizadas para marcar su propio territorio. Esas imágenes fueron publicadas por Kate Usyk, su esposa, en las redes sociales después que se la enviaran sus antigüos vecinos.
Pero Oleksandr Usyk ya está de regreso en su tierra y una de sus primeras paradas fue su antigua casa, en la que ya plantó la bandera ucraniana, además de pintar encima de las propias pintadas de los rusos, tal y como dejó ver a través de una serie de imágenes que compartió en sus historias de Instagram.
