Si David Benavídez realmente quiere ser el mejor en las 168 libras, deberá entender que los títulos mundiales que se ganan arriba del ring también deben defenderse debajo. Es allí donde pese a estar invicto como profesional ya ha perdido en dos oportunidades el cinturón del CMB, primero por dar positivo a un control de dopaje y luego por no dar el peso en la balanza.

Este sábado, en el Footprint Center de Phoenix, hizo una declaración dominando y derrotando por nocaut técnico en el séptimo asalto a Kyrone Davis, para postularse como el hombre capaz de destronar al Canelo Álvarez en las 168 libras. Y para destronarlo, presumió de un título que no le pertenece a él sino al tapatío.

Apenas se leyó el resultado de la pelea, Benavídez pidió a su esquina que le alcanzara dos cinturones del Consejo Mundial de Boxeo. Que supo ganar, sí. Pero que actualmente no le pertenecen. Los alzó ante los fanáticos y con una seña dejó claro que estaba diciendo que ese título es suyo.

"Esa fue una gran actuación de mi parte. Mucho coraje por parte de Kyrone, hombre. Lo respeto mucho, a él y a su equipo. Un tipo duro y vino aquí para darles a los fanáticos una buena pelea también. Entonces, ambos lo dejamos todo en el ring hoy, así que gracias a todos", diría luego ante las cámaras de ShowTime.

Y ya pensando en ese combate que viene persiguiendo desde el año pasado, ahora con la posibilidad de volverse indiscutible, agregó: "Creo que todo el mundo quiere verme pelear contra Canelo. Pelearé contra cualquiera para conseguirlo. Contra cualquiera que ellos crean que tenga que pelear".