En la previa de una de las peleas más importantes de su carrera, Saúl El Canelo Álvarez no dejó de estar en ningún momento acompañado por su familia. Su esposa Fernanda Gómez y su pequeña hija María Fernanda aterrizaron junto a él en Las Vegas el lunes, lo acompañaron al MGM Grand Garden Arena el martes para las primeras fotos oficiales y también en la rueda de medios que se celebró el miércoles.

El sábado, en la noche de la pelea, ambas se ubicaron juntas en la primera fila y le arrojaron besos a la distancia mientras este emprendía su caminata al cuadrilátero, acompañado del líder de Maná Fernando Olvera, quien a su paso iba entonando las estrofas de la canción El Rey.

Finalmente, Canelo Álvarez tuvo una actuación contundente y terminó noqueando a Caleb Plant en el undécimo asalto y consagrarse campeón mundial indiscutible de la división de peso súper mediano, para celebrarlo con una corona con la que acudió, ya debajo del ring, al encuentro de su mujer y su hija.

Ya más relajados, los tres se tomaron una fotografía que la propia Fernanda Gómez compartiría luego a través de su cuenta de Instagram, sumando un nuevo mensaje de felicitación: "Es lo que es, papi. Siempre orgullosas. ¡Viva México! Orgullo tapatío", escribió.

Además de los cuatro cinturones que lo coronan como el campeón mundial indiscutible de las 168 libras, Canelo se ganó un beso en cada mejilla; uno dedicado por Fernanda Gómez y otro por la pequela María fernanda; todo con bandera mexicana de fondo para completar la escena.