Jeremías Ponce se hizo fuerte en tierras enemigas y en un combate que era nada menos que una eliminatoria para pelear por el título mundial de peso súper ligero de la Federación Internacional de Boxeo, que como los otros tres cinturones pertenece al escocés Josh Taylor, coronado como campeón mundial indiscutible de la división tras su victoria ante José Carlos Ramírez.

En la Eagles Community Arena, el argentino derrotó al local Lewis Ritson, que llegaba con récord de 21 victorias y una derrota, por nocaut técnico en el décimo asalto, luego de mandarlo tres veces consecutivas a la lona, siempre golpeándolo a las zonas blandas y arrinconándolo contra las cuerdas.

Ponce planteó una pelea perfecta, acortando la distancia que favorecía a su rival, planteando un combate cuerpo a cuerpo y demostrando haber tenido una gran preparación física de cara a la pelea, pues nunca se sintió su agotamiento después de tanto roce y tanto tirar golpes, al cuerpo y la cabeza.

El hecho curioso fue que luego de que Ritson se levantara de la primera acción en que apoyó su rodilla sobre la lona producto del asedio del argentino, desde su esquina lanzaron la toalla, pero el árbitro decidió no parar la pelea dando lugar a dos nuevos derribos por parte de Ponce.

La victoria catapulta al oriundo de José Marmol, en Buenos Aires, que ostenta un récord profesional de 28 victorias, 18 de ellas por nocaut, sin empates ni derrotas, para enfrentar al escocés Josh Taylor que es el dueño de los cuatro cinturones en la división de peso súper ligero.