Uno de los delanteros protagonistas en los últimos tiempos del futbol mexicano ha sido Carlos González, quien comenzó por destacarse en la Liga MX durante 2018 con la playera del Necaxa. Sus goles y buenas actuaciones le permitieron hacerse un nombre poco a poco en el país, y despertaron el interés de Pumas UNAM, quien lo fichó como refuerzo para el año 2019.

Con la institución del Pedregal, González no alcanzó la cifra de goles que anotó en los Rayos, sin embargo, sí fue parte del equipo finalista del Guard1anes 2020. Esto provocó que Tigres UANL posara sus ojos en él para incorporarlo para el presente año, y aunque la decisión del traspaso pareció significar un progreso para el paraguayo, lo cierto es que también le trajo complicaciones personales.

 

Cocoliso confesó que durante el primer semestre del 2021, a medida que pasaban las fechas del Guard1anes Clausura 2021, sintió que no estaba preparado emocionalmente para vestir la playera Auriazul después de la final que perdió con UNAM ante León. Por si fuera poco, reveló que no se sentía cómodo con los tipos de entrenamiento dispuestos por el cuerpo técnico de Ricardo Ferretti, lo que le desencadenó problemas físicos y psicológicos.

"Sí, me topo en una situación, perdí una final, emocionalmente no estaba preparado, estaba en esa puerta de ganar un título y conllevaba saber que te ibas, era una situación complicada que viví, perdí una Final y después al día siguiente presentándote en tu nuevo equipo, sabiendo que me iban a exigir, el primer torneo me costó", reveló en diálogo con Mediotiempo.

 

 

En el torneo en cuestion, González Espínola pudo anotar cuatro goles, situación que comparó con la que le ocurrió a Emanuel 'Tito' Villa en el mismo club. Aunque lo del delantero argentino se desencadenó por una serie de lesiones que le impidieron retomar el nivel de confianza en su juego, mientras que lo del paraguayo se debió a prácticas físicas inadecuadas.

"Sí es un poquito como la historia de Tito, yo vi esa entrevista y me vi muy reflejado, fue algo muy raro, porque a medida que iban pasando los partidos se supone que uno debía sentirse mejor y a mí me pasaba todo lo contrario, cada partido al que llegaba, llegaba en mal estado y conllevaba, uno se prepara, pero uno estaba acostumbrado a grandísima exigencia, eso ha repercutido en mi parte física, acá no se exigía mucho la parte física y eso a mí me ha afectado bastante, eso se fue reflejando en cada partido", indicó.