Santiago Giménez ha tenido un enorme crecimiento desde su llega a Países Bajos. El Bebote poco a poco se ha ganado la titularidad en el Feyenoord y además suma una importante cantidad de goles en todas las competiciones que disputa en esta temporada.

La competencia con Danilo es cosa del pasado, pues actualmente el exdelantero de Cruz Azul es la primera opción de Arne Slot. Esto no ha pasado desapercibido en Europa, donde varios clubes estudian su incorporación de cara al próximo mercado de pases.

 

Sevilla y Benfica son dos de los pretendientes más importantes con los que cuenta el Bebote en estos momentos. Y aunque ambos destinos representan una gran oportunidad para Santi, lo cierto es que probablemente no son lo que necesita en esta etapa de su carrera.

Foto: Imago

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No se puede ignorar que el Chaquito apenas disputa su primera temporada en Europa. Hace tan solo unos meses estaba en Cruz Azul y tener un importante margen de crecimiento, por lo que sumar minutos de forma regular debe ser su prioridad por encima de todo.

Santi es ídolo en Rotterdam, entiende a la perfección la idea de su entrenador y ha conseguido la mejor versión de su juego. Todo esto se debe a la extraordinaria elección que hizo al momento de continuar su carrera en el Feyenoord, lejos de los reflectores de otras ligas.

El ejemplo de Diego Lainez

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El Factor dio el salto a La Liga sin hacer escala en una campeonato que cuidara los detalles en su proceso de formación. La enorme competencia y la exigencia de un equipo como el Betis le impidieron explotar el potencial que sin lugar a dudas posee.

Esa fue la principal diferencia entre un caso y otro. Es por eso que sería un error para Santi interrumpir el crecimiento que seguramente tendrá en caso de permanecer en el Feyenoord, donde le vendría muy bien jugar al menos una temporada más.

Sevilla, Benfica y el resto de los interesados no desaparecerán, al contrario: mientras más consolidado esté Giménez en la Eredivisie, es mucho más probable que logre dar el salto a una liga top y no precisamente para quedarse en el banquillo de suplentes.