La última victoria de Kansas City Chiefs terminó con una muy mala noticia para el equipo. Si bien superaron sin problemas por 17-10 a los Chargers y confirmaron un inicio perfecto (4-0) en la temporada regular de la NFL, no hubo clima de festejo en los vestidores.
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¿El motivo? La lesión de Rashee Rice. El receptor estrella de Kansas sufrió la embestida, involuntaria, de Patrick Mahomes en su rodilla derecha luego de un pase interceptado y no pudo abandonar el terreno de juego por sus propios medios.
Las primeras informaciones hablaban de una rotura del ligamento cruzado anterior, aunque existe la esperanza de que finalmente este no sea el diagnóstico. El cuerpo médico todavía aguarda que se desinflame la zona para continuar haciendo estudios, pero de momento Rice fue puesto en la reserva de lesionados, por lo que se perderá al menos los próximos cuatro partidos.
Tras tomar dicha decisión, el entrenador de Kansas City Chiefs –Andy Reid– manifestó: “Creo que lo que tenemos que hacer es esperar, dejar que los médicos hagan su trabajo y, por su bien, realmente esperamos que las cosas salgan de la mejor manera para todos. No soy médico y voy a dejar todo en sus manos”. Ahora bien, Patrick Mahomes también rompió el silencio y lamentó haber sido el culpable de la lesión.
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En conferencia de prensa, el quarterback estrella de 29 años expresó: “Nunca estuve realmente preocupado por mí. Estaba preocupado por su lesión y ahora sólo espero que no haya sido tan grave como parecía al final del juego”. Y cerró visiblemente desolado: “Fui yo quien lo golpeó”.
