La salvaje violencia en el Estadio Corregidora entre barristas de Querétaro y Atlas dejó consecuencias de todo tipo: vidas humanas comprometidas, medidas de partes de las autoridades que para muchos fueron insuficientes, detenidos, y hasta intentos de boicot a la Copa del Mundo que México organizará en los próximos años.

Relacionado a este episodio y el Mundial 2026 es que a la Federación Mexicana de Futbol le surgió un nuevo dolor de cabeza que comparte con el comité de organización de dicho certamen. Y tiene que ver con que consideran que en todos los problemas provocados por aficionados en el último tiempo han estado presentes los jaliscienses.

 

De acuerdo a la columna de Toque Filtrado, publicada en Mediotiempo, los organizadores de la Copa del Mundo 2026 observan que esta imagen le cuesta mucho al futbol mexicano, razón por la cual le habrían dado un ultimátum a los clubes de Chivas y Atlas: Guadalajara no debe dar más que hablar por estos temas, porque podría perder su sede.

En el acumulado aparecen el reiterado grito homofóbico, luego los juegos detenidos a causa de esto, invasiones de barras bravas y ahora la insólita violencia en Querétaro. Todo podría influir en las elecciones de las sedes para el certamen internacional que organizarán México, Estados Unidos y Canadá.

Sin embargo, la misma fuente señala que si tanto desde el Rebaño Sagrado como los Rojinegros cumplen con las peticiones y no se generan nuevos problemas, Jalisco sí podría definitivamente obtener la localía para otro Mundial.