México siempre dijo presente en los grandes torneos. El país albergó las mejores citas deportivas y su suelo está regado de gloria por enormes exponentes de distintas disciplinas. En los Juegos Olímpicos de 1968, disputados en la Ciudad de México, el país norteamericano sufrió a Kunishige Kamamoto.

¿Quién fue Kunishige Kamamoto?

Kamamoto es considerado el mejor jugador de futbol de la historia de Japón. Nació en Kyoto el 15 de abril de 1944 y destacó por sus enormes cualidades de cara al gol. Según los especialistas de aquella época, tenía un excelso remate con ambas piernas y una llamativa facilidad para cabecear el balón entre los defensores rivales.

Como profesional, desarrolló toda su carrera en Yanmar Diesel (hoy Cerezo Osaka). En 17 temporadas disputó 251 partidos y marcó la casi irrepetible cifra de 202 goles. Durante ese lapso, obtuvo tres Copa del Emperador (antes había ganado dos con la Universidad de Waseda) y cuatro Japan Soccer League.

Además, fue el máximo anotador del campeonato nipón en siete oportunidades (1968, 1970, 1971, 1974, 1975, 1976 y 1977) y el mayor asistente en otras tres ocasiones (1973, 1975 y 1979). En sus años de carrera, estuvo 14 veces en el once ideal y siete veces fue escogido como el mejor del torneo.

Protagonista de El Milagro Japonés y verdugo de México

Cuatro años después de su debut con Japón en edad universitaria, el atacante fue la principal figura de los Juegos Olímpicos de 1968 en México. Luego de sortear un duro grupo con España, Brasil y Nigeria, venció a Francia por 3 a 0 en los Cuartos de Final. Su sueño se vio opacado por la durísima derrota por 5 a 0 frente a Hungría, quien luego obtendría la medalla de oro.

Así fue el primer gol de Kamamoto frente a México.

Así fue el primer gol de Kamamoto frente a México.

Sin embargo, el gran objetivo se mantenía intacto: obtener alguna presea. Frente al conjunto local y ante más de 100 mil personas en el Estadio Azteca, Kamamoto consumió El Milagro Japonés en el partido por el tercer puesto con un doblete para ganar por 2 a 0, en lo que fueron dos de sus 80 goles en 84 partidos con la selección.

Por su parte, miles de aficionados del Tri vieron perder en primera persona la oportunidad de conseguir una medalla por primera vez en futbol y en su Juego Olímpico más laureado en general (en total se consiguieron nueve condecoraciones). Recién en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 el balompié ganó una medalla: fue la de oro tras vencer a Brasil en la Final.