Alianza Lima por cultura durante mucho tiempo se fue de la mano con la indisciplina, el ejemplo más claro es la temporada 2020 donde descendieron. No jugaron el siguiente año en segunda división, por temas legales que se alargaron hasta el TAS.
Pero nadie debe olvidar como jugadores como Alexi Gómez, Carlos Ascues, Jean Deza, y entre otros, no cumplían los reglamentos de comportamiento cuando el equipo andaba muy mal. Eso se conoció de forma extraoficial por la voz de los propios protagonistas.
Ese año fue lamentable, debido a que las cosas salieron muy mal, y chocaron con la realidad. Se podría decir que desde ahí se trabajó mucho para cuidar y pulir ese aspecto, de la relación extradeportiva de los jugadores principales con la prensa de espectáculos.
Quien fue el llamado a hacerlo a su manera, con su jerarquía y renombre, fue Hernán Barcos. En un artículo especial lo cuenta el propio Diario Depor, mediante su periodista, José Antonio Bragayrac, quien titular su artículo: “Hernán Barcos, el goleador que inspiró a Alianza Lima y acabó con la cultura del ampay”.
Y para entender un poco ese contexto, debemos ver cómo lo explica, a su estilo, el cambio que hubo en el vestuario de Alianza Lima: “Barcos se encargó de lidiar con esa cultura del ampay en Alianza Lima. Con un discurso siempre positivo, educado y de docencia, el veterano delantero fue construyendo la nueva imagen del equipo íntimo. Incluso con la llegada de Jefferson Farfán, Barcos siguió siendo la máxima figura con sus goles, su aporte y sus acciones positivas dentro y fuera del campo. Se ganó al hincha de la manera más natural. Siendo él mismo”.
Sentenciando que su comportamiento, como tal, es valorado por todos en Matute: “Apoyó al equipo femenino de fútbol, fue a verlas al estadio mientras otros preferían descansar. Alentó siempre obras de bien e incluso se hizo viral por regalarle una casa a la mujer que le ayudaba a cuidar de sus hijos. Un tipo excepcional que personifica al futbolista modelo: el que gana dentro de una cancha y fuera, es muy buena persona. Se hace querer”.

Cerrando su participación con el excelente comportamiento del Pirata, hoy siendo una pieza de recambio que no se queja jamás: “Hoy Hernán Barcos no es más titular indiscutible. Ha perdido protagonismo y el propio delantero lo entiende, sabe que es favor del equipo y lo acepta con honor y responsabilidad. Sabe que sigue siendo clave para mantener en línea a los más chicos, para liderar y fortalecer al grupo. Los reflectores ya no están sobre él con la misma intensidad, pero no ha perdido la capacidad de iluminar al compañero en la calle y de apoyarlo en la cancha. Comprende su nuevo rol solidariamente y eso también sigue siendo medio gol”.





