El paso de James Rodríguez por la Bundesliga estuvo cargado de contratiempos. Las lesiones y los cambios de entrenador evitaron que el colombiano pudiese triunfar en un Bayern Múnich que le recibió como un autentica estrella. Varios años después, le acusan de golpista y fiestero en el gigante Bávaro.

Regresó ayer con la selección cafetera y si bien no pudo evitar el empate de los suyos en el encuentro ante Paraguay, James Rodríguez sigue dando de qué hablar por fuera de los terrenos de juego. Su fama de fiestero se sigue aumentando en el viejo continente, donde Bild le apunta como uno de los encargados de echar al croata Niko Kovac.

Concretamente, el medio germano le acusa de haber promovido las fiestas del equipo durante la pretemporada de 2018 en Estados Unidos, adonde Bayern Múnich viajó para jugar la International Champions Cup. Pese a que el por entonces entrenador Niko Kovac se habría negado a dejar salir a sus futbolistas, estos habrán sido convencidos por James para abandonar la concentración del equipo en Miami por la noche.

David Alaba, Raphina y Frank Ribéry habrían sido quienes acompañaron al colombiano en una jornada de fiesta que no terminaría hasta las 6 de la mañana y que marcaría el principio del fin para el DT. Kovac no habrían regañado al cafetero y sus compañeros por lo ocurrido, generando que el resto del vestuario le perdiese respeto a un croata que en su etapa como jugador enamoró al Allianz Arena.

Bild apunta que aquellos hechos también marcaron el final del cafetero en Alemania. Dicha falta de compromiso y cumplimiento de las normas habría supuesto que la directiva Bávara acordase desde el verano no pagar la opción de compra estipulada por Real Madrid en 40 millones de euros. Habrán pasado los años, pero a James Rodríguez se los sigue acusando de fiestero y golpista en el sur de la Bundesliga.