Los aficionados presentes en el Tottenham Stadium vieron cómo su equipo cayó 1-0 ante Chelsea y de esta manera quedaron por fuera de la final de la Copa de la Liga de Inglaterra. El solitario gol del partido lo anotó el defensa central alemán Antonio Rudiger.
Y es que los Blues de Londres dominaron de principio a fin el compromiso disputado en el estadio de los Spurs. Al final de los 90 minutos se impusieron no solamente en el tanteador global, que terminó 3-0, sino también en la posesión de la pelota, ya que estuvieron por encima en un 69%.
Romelu Lukaku, popular en los últimos días por unas desacertadas declaraciones, por poco abre el marcador, en los primeros minutos del encuentro, sin embargo, vio cómo su remate fue atajado de manera espectacular por el guardameta italiano Pierluigi Gollini.
Justamente el arquero fue protagonista minutos más adelante, al 17’, luego de tener una mala salida en un tiro de esquina y dejar la pelota servida para que el zaguero Rudiger, con un extraño cabezazo, mandara la pelota al fondo de la red para poner el primero y de una vez sentenciar el marcador final.
Para el segundo tiempo, cuando se esperaba un cuadro blanco de Antonio Conte, más incisivo en el ataque, solamente se pudo apreciar a un equipo lleno de dudas que no supo cómo descifrar el cerrojo defensivo planteado por el germano, e incluso, poco pudo aproximarse sobre el arco defendido por el español Kepa Arrizabalaga.
En los minutos finales, el partido estuvo detenido, ya que parece que sucedió un evento de salud por parte de uno de los aficionados en las graderías del estadio. De acuerdo con los protocolos y reglas en Inglaterra, los juegos se deben parar mientras se soluciona el tema con el aficionado.
Finalmente, así se quedó con el partido y con la clasificación a la gran final de la también conocida Carabao Cup, competición espera el otro finalista, que saldrá del duelo que disputen los rojos: Arsenal y Liverpool, equipos que hasta la jornada del jueves 13 de enero jugarán la semifinal de ida.