Se habla de Milan Skriniar, de encontrarle un nuevo destino a Keylor Navas, de la renovación de Lionel Andrés Messi y hasta de los deseos de Kylian Mbappé, pero por PSG también se mueven en relación con un mercado que a corto plazo tiene nombre y apellido en cuanto a objetivos de refiere. Rayan Cherki, la joya del fútbol galo que gusta por el Parque de Los Príncipes.
L’Equipe es la encargado de una información que confirma todos los rumores de ese PSG 2.0 que viene en camino, donde las estrellas no serán objetivos de mercado como se ha visto hasta la fecha y donde se busca consolidar un proyecto que sigue recibiendo golpes de todos los colores en Europa. Lyon espera por ofertas, así como toda una Ligue 1 donde el nombre de Rayan Cherki suena desde hace meses.
Nacido en Lyon, Auvernia-Ródano-Alpes, por un 17 de agosto de 2003, debemos entender la figura de este futbolista francés con ascendencia argelina de apenas 19 años como una de las grandes esperanzas de Le Bleus a corto y mediano plazo en la selección. Presente en el primer equipo de la ciudad desde hace cuatro temporadas, donde debutó con apenas 16 años, la figura de Rayan Cherki gusta en un PSG donde si bien la operación no será sencilla, por L’Equipe no dudan que se harán todos los esfuerzos por llevarle a la capital.
Rayan Cherki: Getty
Un demonio listo para el salto
Media punta, extremo derecho, izquierdo y con una diestra que es igual de buena a su zurdo. Se le llama ambidiestro en los medios, se le considera un diamante en bruto a explotar y un caso alarmante para un Lyon donde no tiene contrato más allá del 30 de junio del 2024. Las ventanas para sacar provecho con su marcha se terminan en verano.
Con 10 goles y 14 asistencias en 80 partidos por Les Lions, L’Equipe sitúa en 20 millones de euros las cifras a las que pretende llegar PSG para seguir fichando talento joven y dar rienda suelta a esa versión 2.0 de un club que seguirá pisando fuerte en el mercado de fichajes. Rayan Cherki, próximo objetivo del Parque de Los Príncipes para seguir dominando con puño y hierro la Ligue 1.