El boxeador mexicano se quedó afuera de los Juegos Olímpicos sin siquiera subir al cuadrilátero ya que sufrió una descompensación por el esfuerzo realizado para dar con el pesaje de su categoría y no logró superar los exámenes médicos.
” Raúl Curiel falló el chequeo médico. Como resultado, él no es capaz para realizar su combate en el horario establecido contra el chino Qianxun Hu. La decisión de este combate es que el ganador directo es Hu”, se informó desde Río de Janeiro en un comunicado escueto.
Más tarde, Ricardo Contreras, Presidente de la Federación Mexicana de Boxeo, intentó arrojar mayores precisiones, pero no hizo más que agigantar el interrogante: “Me estaba contando el delegado que no pasó el examen médico. Parece que por la madrugada tuvo vómito y no lo autorizó el médico para pelear”.
¿Pero qué pasó con Curiel? Al parecer, llegó a Río con algunos kilos más que los 64 que debía registrar en la balanza para desempeñarse en su categoría. El intento de bajarlos contrarreloj le habría significado un esfuerzo desmedido que le habría provocado la descompensación y, pese a que no se sabe si llegó o no a dar con el peso, a estar en condiciones que no eran óptimas para subir al cuadrilátero.
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