El juego de vuelta de la final de la Copa Sudamericana será disputado en un escenario deportivo de primer nivel que albergará el nuevo campeón de la edición 2018 del torneo.

Localizado en la ciudad brasileña de Curitiba, el Estadio Joaquim Américo Guimaraes fue construido en 1914 y en 1999 se remodeló en cara a la pasada Copa del Mundo de Brasil 2014 en donde albergó cuatro partidos de la fase de grupos.

El Arena da Baixada tiene una capacidad de 43.981 seguidores y espera esta noche llenar su totalidad para recibir el encuentro decisivo entre los finalistas de la Copa Sudamericana.

Junior tiene la confianza en obtener el triunfo y además el equipo para conseguirlo pero debe tener en cuenta que el Furacao dejó en el camino a Peñarol, Caracas y Fluminense en instancias previas a la final del campeonato.

Si la igualdad permanece en el marcador tendremos un alargue con dos tiempos suplementarios de 15 minutos. De no romperse el empate, los penales serán la vía de la definición del nuevo campeón del torneo continental.