La NBA ha instaurado desde hace años una política "anti tampering" que se supone que previene que otras franquicias interfieran con los deseos de algún jugador de salir de su equipo antes de ser agente libre.

En este sentido, los representantes de cada equipo no podrían ponerse en contacto con los jugadores antes de iniciado el período de agencia libre, una regla que se ha violentado descaradamente año tras año.

Es por eso que las últimas declaraciones de Sean Marks, gerente general de los Brooklyn Nets, levantaron muchísimas sospechas en torno a la firma de Kevin Durant, la nueva súper estrella del equipo. 

De acuerdo con Marks, el equipo no conocía la intención de Durant de firmar con ellos, pues ni siquiera se habían reunido hasta después de que el alero anunció su decisión en las redes sociales.

Esto no es solo poco creíble, pues es imposible que un jugador anuncie dónde jugará sin haber interés previo de la franquicia, sino que además, Adrian Wojanrowski de ESPN ya había tuiteado la primicia mucho antes.

Presumiblemente las palabras de Marks son simplemente una bomba de humo para cubrir sus espaldas y evitar someterse a sanciones por tampering,  pero, a decir verdad, esto ya raya en lo ridículo...