La prensa catalan asegura que la celebración de Messi no tuvo un significado oculto, sino que fue una reacción genuina por cómo se había dado el partido.
No fue la primera vez que Messi le dio un triunfo agónico al Barça ni su primer festejo en un Clásico. Lo que sí fue poco habitual fue el modo en el cuál lo celebró: parado de frente a la tribuna, enseñándole su camiseta a los fanáticos de Real Madrid.
El festejo de la Pulga generó muchas elucubraciones, pero la prensa catalana asegura que no hay que buscar ningún mensaje oculto. Se trató de una rabiosa reacción genuina por cómo se había desarrollado el encuentro.
La Pulga descargó en el último minuto la bronca acumulada durante todo el partido
A lo largo de los 90 minutos, el argentino tuvo que sufrir golpes de todo tipo. Un codazo de Marcelo que le dejó la boca sangrienta y por el cual el brasileño no fue sancionado, una falta violenta de Casemiro que le tendría que haber valido la expulsión, la atroz entrada de Ramos, y más. Para colmo, el gol de James sobre el cierre, cuando parecía que Barcelona se llevaba la victoria.
Todo esto fue acumulando bronca en el 10 culé, quien estalló con el gol agónico que consiguió en el minuto 92 y decidió enseñarle su camiseta a la grada del Bernabéu para demostrar de lo que había sido capaz.
Ni indirectas por la renovación, ni emoción por el gol 500 con Barcelona, el mensaje de Leo con su celebración fue el mismo de aquella publicidad que grabó en 2005 para Nike: "Hola, soy Leo Messi, recuerda mi nombre".
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