El primer juego de las Finales de la NBA ya pasó. Los Angeles Lakers se llevaron la victoria frente a Miami Heat de la mejor forma posible, porque demostraron la capacidad de imponerse a las circunstancias. Los dirigidos por Frank Vogel llegaron a estar 13 abajo en el primer cuarto, pero pudieron recomponerse en el mismo transcurso de los 12 minutos y no parar más. 

Los Lakers ganan la serie 1-0 y pone a los de Erik Spoelstra en una situación que nunca antes tuvieron que pasar. Tanto en las series con Indiana Pacers, Milwaukee Bucks y Boston Celtics, Miami siempre estuvo al frente en cada una de ellas. De hecho, solamente cedió tres de los 15 partidos disputados, una situación distinta a las de las Finales NBA. 

 

Los Heat se encontraron con un equipo de Los Angeles que no cedió en ningún momento. Si bien el comienzo fue a favor de los de Florida, cuando LeBron James y Anthony Davis comenzaron a pesar y ser importantes en el marcador, ya no hubo vuelta atrás. A eso, habrá que sumarle al gran nivel de Kentavious Caldwell-Pope y las lesiones en Miami de Jimmy Butler, Goran Dragic y Bam Adebayo. 

Miami Heat, además, afrontó el primer partido como las primeras Finales NBA para Duncan Robinson y Tyler Herro, quienes mostraron niveles estelares previamente, pero esta situación es distinta y mucho más ante LeBron James. Quizás, lo positivo para Spoelstra es el nivel que demostró Kendrick Nunn en sus minutos jugados, quien seguramente tendrá más en los próximos partidos. 

 

 

Los Angeles Lakers pusieron a Miami Heat justo donde querían: una diferencia grande, tirándole la experiencia y el talento por encima. Sin ningún tipo de discusión, todo está a favor de los angelinos, aunque ya hemos visto cosas más extrañas en otras Finales NBA.