James Harden está cada día más difícil de contener, y a pesar de las lesiones de sus compañeros, el actual MVP de la liga simplemente no va a permitir que sus HoustonRockets se queden fuera de los playoffs.
Y es por eso que, ante la ausencia de quien lo ayudara en ofensiva, el Barbas tomó las cosas por sus propias manos en el encuentro frente a los New York Knicks.
Hardense contagió de la magia del Madison Square Gardeny victimizó a los fanáticos de la Gran Manzana con 61 puntos, la máxima cifra de su carrera.
Evidentemente, esto no fue del agrado de los fanáticos locales, que lo abuchearon sin cesar, ante lo que respondió con una sonrisa de trolly mucha picardía:
“No sé qué querían. Los aprecio, honestamente. Esta noche me mantuvieron encendido y me hicieron el juego emocionante. Este es un estadio histórico y su público es especial. Estoy feliz de darles 61 pts”.
¡Pero qué Crack,Barbudo!