Ante la ausencia de LeBron James y a sabiendas de que a la ofensiva de Lonzo Ball y Brandon Ingram aún está bastante 'cruda', la gran responsabilidad en el ataque de los Lakers reposa sobre los hombros de Kyle Kuzma.

Y es que, el alero de los Lakers tiene un dulce disparo de tres y una capacidad atlética bastante infravalorada que lo ayuda siempre a conseguir espacio para anotar.

Y eso fue precisamente lo que hizo ante los Cleveland Cavaliers, cuando subió la pelota como si se tratara de un piloto.

Kuzma atacó el aro ante la pobre marcación de Alec Burks, y cuando tomó vuelo, Tristan Thompson y Collin Sexton decidieron que no querían ser parte de su póster, por lo que hicieron poco por evitar una excelente volcada.

Al final de la noche, Kuzma lideró a los Lakers con 29 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 2 triples, pero su equipo igualmente cayó 101 por 95.