Si bien la actual temporada de la National Basketball Association (NBA) está terminándose dentro de la burbuja de Walt Disney World en Orlando, ya están planificando el próximo ciclo 2020-2021, y si bien no hay una fecha clara para el comienzo del certamen, lo que si está claro es otra cosa.

Y esa es, en palabras del Comisionado Adam Silver, que los aficionados podrán volver a apoyar a sus equipos en los estadios, aunque deberá ser en un número ínfimamente menor al de la capacidad total de los gimnasios y bajo fuertes medidas de seguridad y salud, a fin de evitar contagios masivos de Coronavirus.

La decisión fue tomada por la autoridad de la NBA, tomando en cuenta, a su juicio, que no existirá para la fecha en la que tienen planificado iniciar la temporada 2020-21, finales de diciembre o enero del próximo año, una vacuna masiva para erradicar al COVID-19.

"Según lo que he leído, es casi imposible que haya una vacuna distribuida a gran escala antes de que comience la próxima temporada; sin embargo, no considero que la vacuna sea un requisito indispensable para le entrada de público", aseguró el ejecutivo. 

En ese sentido, agregó que "creo que con test rápidos y cumpliendo con los protocolos de distanciamiento adecuados podemos conseguir que vuelva a haber aficionados en las gradas, aunque posiblemente no podamos dejar entrar a 19.000 personas a un pabellón"

Consultado por la situación de los Toronto Raptors, que por las medidas estrictas del gobierno de Canadá impediría el ingreso de delegaciones deportivas estadounidenses al país, Silver comentó que es muy temprano para analizar esta situación. 

 

 

"Todavía es muy pronto. Además de ver qué hacemos con Canadá tenemos que saber también cómo es la situación en cada Estado y qué restricciones hay en cada ciudad. Con suerte, basándonos en lo que hemos aprendido, en los protocolos y en los test conseguiremos disputar partidos con público sin necesidad de esperar a que haya una vacuna", sentenció.