En una auténtica exhibición de básquetbol, Los Angeles Lakers se quedó con el triunfo por 116-98 ante Miami Heat en el primer juego de las Finales de la NBA, que se disputan en la burbuja de Walt Disney World en Orlando, Florida, tomando ventaja por 1-0.

Si uno quiere hacer un resumen rápido de lo que ocurrió la noche de este miércoles, se puede quedar con el doble-doble de LeBron James con 25 puntos y 13 rebotes, o la sobresaliente actuación de Anthony Davis, la figura del lance al convertir 34 puntos.

Pero también uno se puede quedar con las lesiones que están empezando a atacar a la franquicia de Florida, con Goran Dragic casi descartado para el resto de la definición, sumándose a Bam Adebayo, con problemas en su hombro, además del tobillo izquierdo de Jimmy Butler.

Las claves del triunfo
 

Pero nosotros nos queremos quedar con tres aspectos que pueden explicar el arrollador triunfo de los Lakers, y en todos existe un factor en común: la influencia en la táctica del entrenador Frank Vogel, que creemos fue clave para esta victoria.  

Lo primero que hizo el estratega fue apostar por un esquema clásico de dos interiores, como Danny Green y Kentavious Caldwell-Pope; pero al ver el daño que les cometió en el primer cuarto Goran Dragic, decidió agregar a un pequeño más: Rajon Rondo.

Rajon Rondo, el factor X del juego 1 de las Finales de NBA (Getty)

Rajon Rondo, el factor X del juego 1 de las Finales de NBA (Getty)

Con el ingreso del ex Boston Celtics, el quinteto de los Lakers se adaptó a la propuesta del Heat en defensa, y con eso le dio más libertad a The Brow, que dominó la píntura y les entregó una agresividad tanto para aguantar los embates del rival como para los rebotes.

Si Rondo ayudó en ese aspecto, el ingreso al parqué de Alex Caruso le permitió a los Lakers subir la intensidad perimetral para cambiar el ritmo del partido, y con eso lograron dominar en ambos lados de la cancha, permitiendo además la última clave del partido: canibalizar el rebote y potenciar el triple.

 

 

En ese aspecto, tanto LeBron James como Davis y Howard se cansaron de bajar balones, para permitirle a sus exteriores lograr 13 de 19 tiros de tres puntos. Desde la táctica también se pueden ganar partidos.