Es increíble el cúmulo de situaciones que ha vivido el mariscal de campo Cam Newton desde su llegada a los New England Patriots, para convertirse en el reemplazante del histórico Tom Brady, es que ad portas de su segunda temporada de National Football League (NFL) con el equipo, arrastra un cúmulo de situaciones vinculadas con la "mala suerte".

Es que decirlo no es antojadizo, hay hechos que lo prueban. El pasado certamen, luego de un comienzo ideal que daba señales de esperanzas en los aficionados de la franquicia de Massachussetts, dio positivo por Coronavirus, perdiéndose hasta dos partidos.

Luego de una temporada 2020 a la baja, sin lograr clasificar a la Postemporada, fue renovado el vínculo de Newton con los Patriots en marzo, y en su regreso oficial a los entrenamientos, sufrió una fuerte lesión en su mano derecha, la que le ha obligado a perderse prácticas en cancha con su equipo.

La "mala suerte" que persigue a Cam Newton
 

Pese a las complicaciones que ha tenido en esta temporada baja el quarterback, su entrenador en jefe Bill Belichick se mostró tranquilo por la situación del jugador, señalando que "está mejorando (...) pienso que estará todo bien".

Pero para colmo de males, Newton tendrá en su espalda la presión que le dará Mac Jones, el mariscal de campo escogido en el Draft 2021, además de las siempre alternativas de Jarrett Stidham y el veterano Brian Hoyer, destacando la labor del coordinador ofensivo, Josh McDaniels.

"Él está haciendo un gran trabajo preparando a todos. Lo hace de diferentes formas, desde reuniones, a prácticas y trabajos individuales. Hay muchas oportunidades diferentes, lo ha hecho bien y continúa haciéndolo", sentenció Belichick.