Giannis Antetokounmpo tiene un gran presente con Milwaukee Bucks en la NBA, ni hablar de su futuro. Sin embargo, existe un factor extradeportivo que le afecta y de vez en cuando puede que lo desconcentre en los partidos.

El detalle radica en ser afroamericano en Estados Unidos, algo realmente inconcebible en pleno siglo XXI, donde el racismo debió quedar sepultado hace años, una vez que Abraham Lincoln se encargó de hacer lo propio.

Lamentablemente, la nación norteamericana, a pesar de ser un páis primermundista, cuenta con cierto sector de la población que aún piensa que una persona es inferior o debe ser tratada mal por el simple hecho de haber nacido con la piel oscura.

El miedo de Giannis Antetokounmpo

Giannis salió a hacer los suyo ante Detroit Pistons donde su quinteto obtuvo el triunfo 130-115, con el griego aportando 25 puntos, cuatro asistencias y ocho rebotes en 28 minutos. Sin embargo, tras finalizar el cotejo no pudo evitar dar su opinión con respecto a la situación descrita con anterioridad.

"Mi hijo va a crecer aquí en Estados Unidos, y mi hijo es negro. No puedo imaginar a mi hijo pasando por lo que veo en la televisión", expresó Giannis luego de enterarse que el condado de Kenosha no presentará cargos contra el oficial de la Policía, Rusten Sheske, tras dispararle a Jacob Blake.